Autor:
Sir Arthur Conan Doyle
¿Por qué se le llamo el “Estudio en
escarlata”?
En el
capítulo IV del libro, Sherlock le dice a Watson:
-De no haber sido por usted, quizá yo no habría ido, con lo cual me habría perdido el mejor tema de estudio con que hasta ahora he tropezado: un estudio en escarlata.
-¿eh?
-¿Por qué no hemos de emplear un poco el argot artístico? Nos encontramos con el hilo rojo del asesinato enzarzado en la madeja incolora de la vida, y nuestro deber consiste en desenmarañarlo, aislarlo y poner a la vista hasta la última pulgada.
-De no haber sido por usted, quizá yo no habría ido, con lo cual me habría perdido el mejor tema de estudio con que hasta ahora he tropezado: un estudio en escarlata.
-¿eh?
-¿Por qué no hemos de emplear un poco el argot artístico? Nos encontramos con el hilo rojo del asesinato enzarzado en la madeja incolora de la vida, y nuestro deber consiste en desenmarañarlo, aislarlo y poner a la vista hasta la última pulgada.
Introducción.
Recordemos
primero que Sherlock Holmes, no tiene una carrera, sólo se nombra como consultor-investigador.
Domina la anatomía sin haber asistido a clases de medicina y es un excelente químico.
Es una persona auto-didacta, excéntrica en sus estudios y voluble, debido a su
pasión por la investigación, hace un gran acopio de conocimientos poco ortodoxos,
que asombraría a cualquier profesor. Conoce a John H. Watson, doctor en
medicina y perteneció al cuerpo de médicos del ejército. Coinciden en
que necesitan rentar una estancia para vivir, pero necesitan pagarlo entre los dos, y bajo esa coincidencia los presenta un joven de apellido Stamford, que había estado bajo las órdenes de Watson en un hospital. Y ahí empieza la investigación y la amistad que los une.
Cuando has eliminado lo imposible, lo que queda,
por muy improbable que parezca, debe ser verdad.
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